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Mostrando entradas de octubre, 2013

¡Vuelta a la "normalidad"!

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Hoy me encuentro con los dolores más comunes de "mi compañera" esos que siempre me acompañan y que casi siempre me dejan kO. Sin embargo, me encuentro realmente bien, soy capaz de echar la vista atrás y ver los días tan duros que he tenido y hasta donde he sido capaz de llegar. Sinceramente, volver a sentir mis dolores "normales", hoy, ¡es un alivio! ¡Es auténticamente cierto! ¡Una sonrisa y ya tenemos ganada mucho más de media batalla!                                      Pocas líneas escribo pero la mente está entre tinieblas...  Uuuuuuhhhhh!!!! ¿Será que queda poco para halloween?  Jajajaja  ¡Por cierto! Esta semana tengo un reto que resulta ser muy importante para mi. Por estas fechas hace 5 años que me falta mi papá y todos los años le hago personalmente la decoración para que durante el año su sitio de descanso sea más vistoso. Asi que esta semana tengo que hacer la decoración e ir a llevarla.                                       Francamente, según estoy esto

¡Una sonrisa por favor!

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Empezamos nueva semana después de un domingo nefasto. Fue un día de esos que crees que no puede ir a peor y va a peor. Los acontecimientos del día pusieron a prueba mi aguante y mi aguante fue hasta limites insospechados, aún asi, el día pasó y hoy viendo las cosas con nueva perspectiva todo parece mejorar. He leído en alguna ocasión que los que padecemos fibromialgia debemos intentar tener tranquilidad para estar mejor y es cierto, en momentos de estrés nuestro cuerpo no funciona bien y si a eso añades el no poder parar aunque quieras, te lleva a una situación muy dolorosa. En momentos como el de ayer, sé que mi cuerpo se revela y sí, aguanto, pero cuando todo se relaja y puedo parar el "galletazo" que me pega es de órdago. Me duele hasta el último pelo del cuerpo y anímicamente es desbastador.  Pocas veces puedo evitar que ese tornado me arrolle y acabe con todas las bases que tengo impuestas para mantenerme en pie. Aprovecho cada vez que ocurre para aprender a recuperar un

Y ¡Llegó el fin de semana! ¿A quién hago caso? ¿Ángel o demonio?

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 Llega el fin de semana. Momento para recuperarme del esfuerzo de toda la semana y momento para comerme la cabeza con pensamientos. ¿Qué debo hacer? ¿Qué es lo mejor para mi? ¿Recuperarme o hacer lo qué de verdad me apetece? ¿Qué está bien? ¿Qué está mal? Y aquí es cuando aparecen, como en una escena de dibujos animados, el angelito que me cuida y vela por mi, el diablillo que aunque no mira mucho por mi recuperación, me da vida y quiere que me divierta.                                                                            A veces la diversión no estå reñida con descansar. Hay momentos que me apetece escribir, leer o simplemente entretenerme con una película o entrar en redes. El dilema empieza cuando ese fin de semana hay eventos a los que me gustaría ir, un partido de fútbol del Leganés, que me da vida y hace que disfrute de momentos inolvidables, ir a ver jugar a mi hija a balonmano o simplemente me gustaría ir al cine. Entonces mi angelito me dice: "Debes quedarte a desca

Y para colmo ¡Dolencias extras!

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Revisión médica, nuevas recetas, repasar como evolucionas y terminas sabiendo que tus dolores son algo más que fibromialgia, que no es poco y si bastante como para tener que añadir una ciática lumbar. Acostumbrada a una serie de dolores habituales y algunos mas dolorosos puntuales, sucede que el día que tengo un dolor "extra" piense que es normal y no vaya al médico. Después de casi 5 días con un dolor lumbar y toda la parte baja izquierda, en una revisión, me dicen que tengo ciática lumbar. Ya me pasó con los codos, después de aguantarme tropecientos meses, me sacaron también en una revisión, que tenía la dolencia de codos de golfista. Jajaja ¡Que ironía! Con lo que a mi me gusta el deporte, voy a tener la dolencia típica del deporte que menos (por no decir nada) me gusta ;-)                               Mi doctora está harta de decirme que cuando note un dolor que no es habitual se lo cuente lo antes posible, que no espere. Como  he pasado media vida de médico en médico y

La frase que no me gusta oír : "Deberías moverte, cuanto menos te muevas es peor"

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Todos los que padecemos fibromialgia tenemos un montón de frases y preguntas que molestan cuando nos las dicen, sobre todo si son de nuestro circulo más cercano. Es como recordarte que no te comprenden, ni te escuchan y se creen que tienen el método perfecto para curarte. La mía es:  "deberías moverte, cuanto menos te muevas es peor"  ¡Como si yo fuera feliz postrada en una cama o sofá sin hacer nada! Eso con 16 años igual molaba, sobre todo si era en horario de clase, puede que esté bien un rato, una tarde si me apuras pero ¡Todo el puñetero dia! Hasta hacer las tareas propias del hogar y tener la casa perfecta sería mucho mejor y me haría sentirme plena conmigo misma. ¿Tan difícil es de entender? Y aunque lo entiendan ¿Tan fácilmente se olvida? Es como si no quisieran creer que esto no tiene cura y se agarran a un clavo ardiendo. Es más fácil echarme la culpa a mi por "no querer intentarlo" que admitir que voy a estar asi de por vida. Sé que hay cosas que puedo in

Ufs, uys, ays y otras expresiones diarias.

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Durante el día, por muy bueno que este sea, no puedo evitar soltar una variedad de onomatopeyas e improperios que se relacionan con mis dolencias diarias. No soy consciente cuando las digo, es como un resorte que salta al contacto, como ir al fútbol y soltar un ¡Vamos! para animar  O ¡Uuuuyyy! en una jugada que casi acaba en gol, o como un grito cuando te asustan y no te lo esperas. Si fuera consciente de que los digo probablemente no diría nada y si fuera fácil aguantarse, con tal de no escuchar que te digan "quejica", aguantaría sin dudar. El caso es, que desde la mañana a la noche suelto un montón de "ufs", "uys y ays" y hasta algunas veces improperios como "la madre que..." o "me... en". De mañana temprano, nada más despertarme suelto el primer "uf" que normalmente va ligado a la poca movilidad o porque me cuesta hacer un movimiento. El primer "uy, ay" es al levantarme de la cama, este sonido sale de mi boca cada

Hoy "no esta el horno para bollos"

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"Mi compañera" me tiene cogida con ganas, no quiere darme tregua y mi mal humor empeora porque tampoco quiere dejarme concentrar en ninguna actividad. Tengo una cosa clara:  He evolucionado a mejor, antes en días como hoy entraba en una vorágine que me llevaba de la obsesión por no poder hacer nada a la depresión más absoluta. Ahora lo único que consigue es ponerme de muy mala leche, lo malo es que las pago con mis mas allegados. Estar de mal humor me permite no bajar la guardia, desahogarme y seguir luchando. Se que mañana será otro día, solo espero no tener que faltar a trabajar, es una batalla que tengo ganada y no quiero ceder ni un ápice. El día de hoy estaré en posición horizontal con medicación para pasar el trago y aguantar el dolor de mi zona lumbar y piernas. Por desgracia para la falta de concentración no hay nada que la mejore a si que el post de mis "Uufs" "Uys y Ays" tendrá que esperar a mañana. Durante el día he tenido momentos de risas y bu

Tontorrona, como el día, pero perfecto día de otoño si no fuera por "mi compañera"

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Se conoce que "mi compañera" sabe que estoy escribiendo un blog sobre ella y ha dicho: "¡Vamos a darle de que hablar!"  Un sábado que empezó con un sol brillante que daba la energía perfecta para aprovechar la mañana en las tareas de casa que no puedo hacer entre semana. Las cosas se torcieron cuando empecé a recoger la cocina, no me encontraba bien y parar a cada poco hacía que mi buen humor inicial desapareciera. Me frustré cuando vi que no iba a conseguir aprovechar. A eso de las  12:30  ya era prácticamente imposible continuar, me puse a preparar la comida y mis hijos tuvieron que ayudarme a terminar. Mi zona lumbar ya no podía más y para colmo las piernas no podían sujetarme recta y firme. Menos mal que el humor de mis hijos me hizo no perder la sonrisa. Primero me frustré, después empecé a soltar muchos improperios por esta mi boquita y se convirtió en cabreo. ¡Teníais que haberme oído! O mejor no, igual dejabais de hablarme ;-) jajaja Lo mejor empezó cuando m

Mañana complicada, tarde "tranquila"

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Busca un lugar en tu interior donde haya alegría y ella sofocará tu dolor. Joseph Campbell. Una gran frase que intento aplicar en todo momento para poder afrontar mejor el día. Es evidente que no todos los días se consigue y no dura todo el día, siempre hay días o momentos que es difícil mantener la sonrisa. Mi día empieza sobre las  7:30  de la mañana. La noche no fue buena, el insomnio hace de las suyas a pesar de la medicación. Me acosté sobre la  1:00  y  a las 2:30  ya estaba consultando el reloj para ver cuanto había dormido. Hasta las  6:30  más o menos estuve consultando el reloj en varias ocasiones por lo que el sueño no resulta reparador. La hora de levantarme es todo un suplicio: sueño, rigidez de cuerpo y la mente poco fresca para tener ánimo. Las obligaciones mandan y encogida, cansada y mal humorada empieza el día.  La mañana en el trabajo la primera hora se hace eterna pero la mente empieza a despejarse y funcionar, aunque a veces meto la pata o tengo que recurrir a escr

"Mi compañera"

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Soy una persona, como tantas otras, que padezco fibromialgía. La padezco desde la infancia, entonces no lo sabía, ahora atando cabos, tengo recuerdos que me llevan a saber que era así. Mi primer recuerdo es de cuando tenía unos 10 años. Además de los dolores continuos de cabeza, recuerdo un día que me dolían tanto las piernas que me tiré al suelo, no podía tenerme en pie. Mi abuela me mandó levantarme porque en el suelo me manchaba y como pude me arrastré hasta el sofá. No recuerdo más, solo sé que fue la primera vez que me llamaron mentirosa porque mi dolor no se veía.                                       Con 14 años empecé un tratamiento que duró 2 años por un supuesto reuma que tal como vino se fue.  Desde entonces el dolor "muscular o de huesos" empezó a formar parte de mi día a día. Los primeros trastornos de sueño y demás síntomas aparecieron poco a poco, aumentando con los años. Mi peor etapa llegó con mi primer hijo.  Las múltiples visitas al médico y la odisea