Un fin de semana soñado.
Si hace tan solo unas semanas me dicen que voy a pasar un fin de semana como este, les habría tachado poco menos que de locos. Después de una semana agotadora, en la que pasé la tarde del miércoles "fuera de juego" y el sueño no fue reparador hasta la noche del jueves, no pensé ser capaz de todo lo que aconteció entre sábado y domingo. El sábado tenía previsto ir a la recogida de firmas preparada por FM unión y fuerza al palacio de los deportes de Madrid durante el comcierto de Sabina. En la mañana sabía que debería hacer todas las tareas que me fueran posibles para dejar todo preparado. El día empezó levantandome a las 11.30 de la mañana después de una noche en la que el sueño resultó de lo más confortable, aunque mi cuerpo parecía decir lo contrario puesto que la rigidez era mucha. Comencé tomándome mi tiempo para estirar y moverme lentamente hasta conseguir calentar y disminuir la rigidez, aún así no parecía que me fuera a conceder un respiro el dolor acumulado. Las tareas