Las Navidades pasadas.
El silencio evoca recuerdos de las Navidades pasadas. Implora respuestas a preguntas sin contestar. ¿por qué razón celebro la Navidad? ¿por qué me gusta o no la Navidad? Mis primeros trazos en la memoria están grabados a fuego a modo de sentimientos más que actos. Recuerdo la unión a mis hermanos, el miedo a que acaben pues vuelven los lloros y despedidas. El amor incondicional de mi madre, el respeto e incluso temor a mi padre, la obligación a cuidar de los pequeños impuesta por mi abuela. La alegría en las cenas en familia. Algunos actos como travesuras divertidisimas por aquel entonces, a las que tuve miedo de que repitieran mis hijos. Momentos inolvidables, emociones fuertes, amores de siempre que me hicieron amar esas fechas y querer vivirlas siempre como entonces. Pero las cosas cambian, te haces adulto y dejas de lado las travesuras para dar paso a la responsabilidad y con ella los limites impuestos y dejas de amar la Navidad por no ser como en la inf