Por nosotros.
Quejica, puesto que:
Aprendimos a parar a tiempo, cuidar de nosotros mismos, a darnos la mano, acompañarnos.
"Solo sabes quejarte y tus quejas no me valen"
"Pues mis quejas se justifican, las tuyas no son comparables."
Vago, puesto que:
"Siempre estas parado, nunca haces nada"
"Pues yo siempre estoy en movimiento, lo tuyo es pereza, yo nunca pierdo el tiempo."
Aprende, puesto que:
"No eres capaz de atender, no pones interés en las cosas"
"Pues yo atento a todo, nunca me olvido de nada"
Y así...
te vuelves invisible pues aun sin hacer nada, ni quejarte, por más que supliques o expliques lo que te pasa o como te sientes, al oído o a gritos, te vuelves como un fantasma del que nadie sabe, al que nadie ve, solo presienten, como una sombra a la que temen y es por eso...
¡Temen!
Lo que no conocen, lo que no entienden y te detienen.
No dejan que entres en su espacio sereno, su espacio secreto:
"su corazón".
Esperan un cambio, que la sombra se vuelva blanca, que desaparezca aquello que su miedo alcanza.
Y solo el tiempo, enfrentarse al miedo es lo único que podrá cambiar a ese corazón temeroso.
Mientras nosotros, esperamos fuera a que se abra ese corazón.
Existe un cambio en nosotros, para nosotros y por nosotros:
Quejicas porque nos quejamos en alto, con convicción, de aquello que necesitamos, nuestros derechos.
Vagos porque el sufrimiento nos hace fuertes y quizás cuando sea posible entrar en ese espacio que nos ofrezcas ya no tengamos ganas, nos cansamos y entonces si, seremos vagos.
Comentarios
Publicar un comentario
Opina con respeto cuanto quieras, comparte tus vivencias o pregunta si tienes alguna curiosidad o dudas.