Confía y cree en tus posibilidades

Estaba repasando mis escritos, mi diario, hacía un montón que no lo releía.

La verdad que reconforta leer lo que escribes con una perspectiva distinta a cuando se escribió. Esto que escribí en noviembre del 2017, me da una visión perfecta de cuanto he avanzado:

"Estoy en una fase en la que llevo ya desde junio, julio con terapia psicológica y voy avanzando, aunque a veces tengo la impresión de dar pasos hacía atrás.

El ánimo va y viene, a veces estoy muy activa y otras no quiero moverme. Me han dicho que es normal que en algunos momentos me encuentre mal. Que tengo que pasar momentos malos antes de mejorar del todo.

En las entradas al blog de estas fechas se pueden ver mis avances aunque sí controlo de un lado, descontrolo por otro. Estas últimas dos semanas mi organización de trabajo está mejorando, me da tiempo puesto que me organizo bien, sin embargo no salgo a andar, sigo con el miedo a no poder, a encontrarme mal y si no me mentalizo antes cuando salgo a andar me fatigo más de la cuenta y me duelen las piernas. La alimentación también está descontrolada, aunque no como excesos ni pico entre horas. Un avance de esta semana es que el lunes me desperté aposta con tiempo para ducharme, echarme crema en todo el cuerpo, la cara, las manos, me lavé los dientes. Comí casi todo el día sin salirme de dieta (digo casi porque alguna cosilla me salté) me organicé bien todo el trabajo, asociación, tiempo para mí pero me faltó salir a andar. Algo en lo que no he vuelto a fallar desde que me pusieron ese reto es llegar a trabajar siempre a las 9. Hoy es miércoles, día de fiesta y apenas he salido del sofá, eso sí, he puesto lavadora, secadora, he tendido ropa, hecho ensaladilla para comer y he dejado lentejas para mañana y he preparado trabajos para la asociación. También he tenido tiempo para ver series, compartir tiempo con mi pareja, leer y escribir. Es la 1:28 y no tengo sueño, no he cenado y me he pasado con la Coca Cola. Me noto la boca súper seca y me preocupa algún pequeño problemita personal. Pero aún así, mantengo la calma, pierdo el sueño y le doy un par de vueltas a la cabeza. A esto se le llama escribir sin pensar. 

Aún con todo lo que he podido hacer y hago bien, no me 

siento contenta, aunque hay momentos para todo. Mis dolores han cesado bastante aunque noto que los días que más tiempo paso inactiva, me suelen doler las piernas, o los empeines y talones al levantarme del sofá. Soy consciente de mis mejoras, me valoro y sé que soy capaz de cosas que antes ni imaginaba pero aún sigo rara. La sensación es de....

¿Vacía? No mucho. Tengo que aprender a identificar mis emociones, aún me cuesta. Tengo que reconocer que miento, miento incluso a mi misma. Y ahí debe estar el problema a mi indecisión, mi malestar y falta de confianza también en mi misma. Sé que puedo y creo que no puedo ¿como se come eso? O mejor dicho ¿como expreso eso? 

¿Ambigüedad? Me siento tranquila, quizás en exceso. Al mismo tiempo siento que nadie puede hacer por mi porque lo que debo hacer solo puedo hacerlo yo. Tengo indecisión y esa sensación creo que viene dada por las nuevas cosas que afronto, los nuevos proyectos siempre dan miedo. Concretamente, tengo ideas raras sobre cómo me comporto o cómo es mi relación con mis compañeras. A veces pienso que me critican a la espalda. Creo que me dicen sí a todo para darme la razón como a los tontos y no me toman en serio. Creo que piensan que soy despistada, descontrolada y que quiero abarcar todo y no se. 

¡Es flipante lo que la inseguridad puede hacerte creer! porque, por un lado tengo la certeza de que me estoy organizando bien y no tengo problemas en saber hacer y delegar, y por otro lado creo que están conspirando contra mí. ¿Se puede ser más gilipollas? Si, cuando pasen dos horas más y aún no me haya dormido."

A día de hoy he adaptado los autocuidados que antes no realizaba, soy más segura y sé de lo que soy capaz. He aprendido a valorarme, aunque aún tengo sensación de ser egoísta por preocuparme más de mi y menos del resto de personas que me rodean (sigo aprendiendo que no les va a pasar nada si no me preocupo en exceso por ellos). Muchos proyectos se llevaron acabo, estoy satisfecha del trabajo que realizo y no tengo ideas raras sobre que piensan de mí las personas que me rodean.

Mis dolores han disminuido a un nivel que nunca podría imaginar. Sigo con mi terapia psicológica cognitiva-conductual y cada vez soy capaz de identificar mejor como me siento, mis emociones y eso me ayuda muchísimo en mi día a día.

Todo lleva su tiempo y el camino es largo y tedioso. Aún queda mucho por mejorar y rutinas que acoplar al día para tener una mejor calidad de vida pero puedo afirmar que ya tengo una calidad de vida muy buena en comparación con hace un año y ni que decir tiene si comparo como estaba hace tres años o más.

Mi mayor certeza es saber que puedo mejorar y que tener Fibromialgia no significa tener siempre dolor y no tener calidad de vida como pensaba hace unos cuantos años.

Mar.