Evitar el descontrol. Paso a paso.

He luchado y lucho por mi salud, encuentro y aprendo como afrontar mejor el día a día. Tengo todo bajo control, mis profesionales (médico, enfermera, psicólogas, entrenador, terapeuta) me ayudan, enseñan y apoyan. Todo perfecto... ¿o no? Descubro que una mala racha, trabajo que no puedo ni quiero dejar o cosas que rondan por mi cabeza consiguen volver a descontrolarme. Mis profesionales ya están en sus merecidas vacaciones. Tengo las herramientas necesarias para coger fuerte las riendas y evitar que el caballo se desboque, aún así siento que falta poco para que ocurra, y no puedo ni quiero abordar el problema que supone volver a descontrolarme. ¿Cómo reacciono? ¿Qué debo hacer primero? Estoy poniendo de excusa el trabajo para ese descontrol, primer paso: reconocerlo. Me autoconvenzo de que en cuanto tenga vacaciones me pongo en serio. Segundo paso: reconocer que es otra excusa, quizás en quince días ya sea demasiado tarde. Tercer paso: ¿Qué puedo hacer por mí ahora...