Una semana muuuuuy cuesta arriba.

Una semana más con un montón de cosas por hacer y los retos cada vez se me hacen más difíciles. Sabía que tarde o temprano llegaría, a si que el reto difícil está servido y ahora ¿Como afronto dicho reto?.
La semana transcurrió alrededor de mi recuperación de las noches en vela, el estrés del trabajo y los mal humores de mi entorno. Tres de las cinco noches de esta semana tuve que tomar la medicación extra para poder dormir y como tarda en hacerme efecto, en la mañana estoy tan, tan dormida que me llevé un par de broncas por llegar tarde al trabajo y en consecuencia tuve que hacer el trabajo de cinco horas en tres o quedarme algo más de tiempo. Incluso el viernes tuve que ir de tarde por un imprevisto de última hora. Los que sabéis como es nuestra enfermedad, entendéis que tanto trote no es nada bueno, a si que los días se me hicieron eternos.
Los ejercicios y la ducha en la mañana eran imposibles de hacer, o por mi mal estar o por levantarme tarde. La opción para no dejar de hacerlos ha sido realizarlos al llegar a casa, a media tarde o incluso en la noche antes de acostarme. No es lo ideal pero prefiero mantener los ejercicios y no dejarlos,  a dejarlos y tener que empezar de nuevo. De momento no voy a aumentar ninguno más puesto que ya me resulta muy difícil mantener los que hago. Solo aumentë uno que me recomendó mi fisio para las caderas, puesto que últimamente se me resienten mucho.

Tumbada en la cama, sin almohada. Piernas estiradas y brazos en cruz. Subir la rodilla izda con el pie apoyado a la altura de la otra rodilla, coger con la mano dcha la rodilla Izda y empujar hacia la dcha hasta que la rodilla quede mirando hacia la dcha, intentando no levantar mucho las caderas y mantener ahí contando hasta 10. Y cambiar.

Este ejercicio si suelo hacerlo antes de levantarme y los del cuello también. El resto los suelo hacer cuando os he comentado y suelo repetir los del cuello.
En cuanto a la alimentación, mantengo las horas de las comidas y procuro comer dentro de la dieta. Parece que ha esto si me voy acostumbrando, incluso he notado unos cuantos michelines de menos. ;-) 
Hoy sábado si hice los ejercicios al levantarme de la cama pero no me duché puesto que lo hice al acostarme, quizás esta noche repita los ejercicios antes de la ducha puesto que mi intención es no salir de casa en todo el día. Tengo que coger fuerzas para el partido de mañana ;-) toca ir al campo a ver un partido de mi equipo de fútbol súper importante para nuestra clasificación.
Curiosamente lo peor que llevé en la semana no fueron los dolores o sintomas de "mi compañera" si no la parte en la que de una forma u otra volvieron a demostrarme incomprensión en mis malos momentos. ¡A estas alturas! ¡Después de tantos años! Pues si, aún siguen no entendiendo que no son rachas, que son todos los días de mi vida. Supongo que es más fácil cabrearse o revelarse antes que admitir que esto no tiene solución. Me pasa a mi, igual ellos también tienen derecho ha hacerlo. Lo malo es que se enfadan con una por cosas que no tienen sentido en vez de soltar palabrotas contra "mi compañera" para desahogarse y eso me afecta, y mucho.
Es sábado mañana y día de tareas del hogar, poner al día la casa de toda la semana. Escribo esto en un descanso, mientras espero que acabe la lavadora y la zona de las caderas y la de los riñones ya me han dado un toque, me empieza a doler la parte alta de la espalda pero debo seguir. Hace un rato, mientras hacía tareas, me dí cuenta de que iba a toda prisa, como si no tuviera tiempo. Es algo muy común, entro en calor, me olvido de mis dolores fuertes y con los moderados o llevaderos me paso de actividad y cuando paro me da el yuyu a lo grande!!! 
Otro reto más, hacer las cosas despacio, a mi ritmo y con moderación. Aunque sé que eso tampoco es solución, nunca me da tiempo a nada en cuanto a tareas del hogar se refiere. Con los años he aprendido a no angustiarme en exceso y saber que no soy vaga, simplemente no puedo pero sigo con una idea fija en la cabeza siempre, "me tengo que poner ha hacer las tareas" "tengo que hacer esto y aquello" "¡Madre mía como tengo la casa!" y sigo negándome a que nadie de fuera de mi casa tenga que hacerme nada. Ni mamá, ni mi suegra, ni mis hermanos... nadie. Mis hijos ya saben echarme una mano y a veces incluso sin decírselo me hacen alguna tarea, pequeña, pero la hacen y eso me alivia.
Ahora voy a continuar y ya veremos como acabo. Después colgaré esto en mi blog y quizás os cuente como termina la jornada.
La verdad, hay veces que prefiero los días entre semana que el fin de semana, descanso algo más. Esta semana tiene pinta de ser agobiante todos los días, incluido el fin de semana.

              


Acabé rendida en el sofá, como era de esperar. Hice la cama, parte del baño (me faltó la bañera y fregar el suelo) puse dos lavadoras, una secadora y otra en camino, la comida, recogí la cocina, el polvo de mi habitación (no os vayáis por los cerros de Úbeda) jajaja bueno, creo que ya está bien.

 Esta tarde ¡Sofaaaaaaaaa! 

Mar, rosa azul.

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